La Corte Constitucional de Corea del Sur destituyó al presidente Yoon Suk Yeol, al que acusó de violar «los principios del Estado de Derecho y la democracia» con su fallido intento de imponer la ley marcial en el país hace cuatro meses.
La decisión, que fue adoptada este viernes por los 8 jueces que integran el tribunal, no solo aboca al país a celebrar elecciones presidenciales anticipadas en 60 días, sino que también permitirá que el exmandatario sea enjuiciado penalmente por cargos como abuso de poder.
«Estoy profundamente agradecido a todos los que me apoyaron y animaron, a pesar de mis muchas deficiencias», expresó el removido mandatario en un comunicado que leyeron sus abogados nada más conocerse el veredicto en su contra.
«Lamento profundamente no haber podido cumplir con sus expectativas», agregó.
El fallo exhibió la profunda polarización reinante en el país asiático, pues los opositores a Yoon lo celebraron en las calles, mientras que sus partidarios expresaron su decepción también en concentraciones en Seúl y otras ciudades.
«No cumplió sus deberes»
El presidente en funciones del Tribunal Constitucional de Corea del Sur, el magistrado Moon Hyung Bae, fue el encargado de leer el dictamen que puso fin al juicio político contra Yoon que se inició hace casi cuatro meses.
El proceso que ha terminado con la destitución del mandatario, de 64 años, fue la respuesta de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral surcoreano), controlada por la oposición, al fallido intento del controvertido gobernante de imponer, el pasado 3 de diciembre la ley marcial en el país para cerrar el Legislativo, prohibir las actividades de los partidos y censurar a los medios de comunicación.
«Los actos del acusado dañaron los derechos políticos básicos de las personas (…) y violaron los principios del estado de derecho y la democracia», concluyó el tribunal, según lo leído por el magistrado Moon.
«El acusado no sólo declaró la ley marcial, sino que también violó la Constitución y las leyes al movilizar fuerzas militares y policiales para obstruir el ejercicio de la autoridad legislativa», agregó el magistrado.
Y, por último, la Corte dictaminó que «los actos inconstitucionales e ilegales del acusado traicionaron la confianza del pueblo y constituyen una violación grave de la ley que no puede ser tolerada desde el punto de vista de la protección de la Constitución».
La fiscalía calificó el fallo como «un triunfo para la Constitución, la democracia y los ciudadanos».
Por su parte, el abogado del ya expresidente, Yoon Gap-geun, calificó la decisión de «políticamente motivada».
«Todo este juicio fue ilegal e injusto», agregó a los medios el jurista.
No obstante, desde el gobernante Partido del Poder Popular han asegurado que acatan la sentencia.
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